22 junio 2010

Un paseo por La Alhambra, Granada

Verde que te quiero verde.
Grandes estrellas de escarcha,
vienen con el pez de sombra
que abre el camino del alba.

Extracto del poema Romance Sonámbulo
de Federico García Lorca, famoso poeta granadino.
publicado en su libro Romancero Gitano.

Y Sí, aquí estoy, ya llegué a donde teníamos que llegar desde que salimos de Venezuela, pero antes de hablar de Londres, que es donde estamos ahora, quería dejar una nota sobre La Alhambra.
Con más de mil años de historia, La ciudad palatina de La Alhambra, se levanta en una pequeña colina de Granada (Andalucía, España). Tal vez uno se pueda preguntar al verla de lejos, solitaria y silenciosa bajo una noche de luna, por qué vienen a verla más de dos millones de personas cada año. Al observar su sencillo exterior y sus desnudas paredes rojas, no podemos imaginar que dentro de ella se encuentran unos delicados y bellos palacios de los cuales nos cuesta vislumbrar cuáles manos y qué genio la concibió. Llenos de detalles y de secretos, Los Palacios Nazaríes que moran dentro de la muralla, llenan de deleite visual y de asombro a cualquier curioso que se de un paseo por ellos. Es gratificante ver como un pequeño lugar puede reunir a tantas personas y lograr que todas ellas se queden paralizadas ante tanta belleza. Tuve la suerte de estar ahí. Mi deseo de caminar por esa ciudadela se hizo realidad.
Mientras andaba por sus recintos rememoré el momento en el cual el deseo de visitar La Alhambra apareció en mi mente. Hace ya alrededor de diez años tomé un curso en la universidad llamado Jardín, Arte y Poesía. En él, la profesora, amante de este mágico lugar, nos habló de cómo había sido construído y de la historia alrededor de él. Desde entonces quise ir a ver esa misteriosa maravilla.
La Alhambra habla por sí sola. Al caminar alrededor de ella se oye el agua caer de innumerables rincones, pues fue pensada para aprovechar los riachuelos que vienen de la Sierra Nevada. Y el agua servía no sólo para proveer al sultán y a su séquito de su frescor, para beberla y asearse, sino para inundar de belleza sus patios, como El Patio de Los Leones y El Patio de Comares, donde múltiples reflejos tiemblan levemente y otros se muestran como espejo del palacio que parece flotar en el aire.
Siempre recordaré con cariño la profesora que me enseñó a querer La Alhambra. Un saludo para ella, que probablemente ni se imaginará los posibles legados o deseos que va dejando por ahí en sus alumnos. Los dejo con algunas fotos de la Alhambra que pude tomar con mi pequeña cámara. Quería comentar que mis imágenes no le hacen honor a su belleza. Vale la pena darse un paseo por La Alhambra, la cual dejará satisfecho al visitante que sepa apreciar la historia de esas delicadas y bien conservadas ruinas, aunque al mismo tiempo dejará una inquietud y un deseo por saber lo que callan sus paredes. Me encantaría seguir escribiendo, pero sino este post sería muy largo. Tal vez más adelante, rememorando, pueda contar otros detalles, pero como dice una inscripción en El Salón de los Embajadores de los Palacios Nazaríes: Di pocas palabras y saldrás con paz.
Un saludo!

P.D. Este post se lo dedico a mis amigos Raquel y Gabriel con quienes tuve la suerte de compartir la materia de Jardín, Arte y Poesía en la universidad. Espero que les traiga buenos recuerdos.

P.D.D Gracias por la paciencia a quienes me siguen! Pero esto de moverse por el mundo no está fácil! :)

La Alhambra

El Albaizin - Granada

La Alhambra

La Alhambra

La Alhambra

La Alhambra

Alhambra

La Alhambra