30 octubre 2013

Esto es Brick Lane

Londres es varias ciudades en una. Basta atravesar unas cuantas calles cuando de pronto te encuentras en otro universo. No sólo varía la arquitectura sino la atmósfera, la vestimenta de la gente y hasta las expresiones de los rostros que pasan.

Brick Lane es uno de esos sitios en donde te sientes en otro lado. Se encuentra hacia el este de Londres, en la frontera con el distrito económico y es una de las partes más antiguas de la ciudad. No es el Londres estándar, si acaso existe algo parecido. O, por decirlo de algún modo, lo que los turistas esperan al llegar. Comunmente conocido como una zona de inmigrantes, se ha convertido en un lugar donde convergen estudios de diseño y creativos. Está lleno de tienditas de ropa y objetos "vintage" y restaurantes indios. Sus edificios recuerdan al Londres industrial, lleno de almacenes, pero también de viviendas de la gente más humilde. Fascinante de ver. 















23 octubre 2013

La ciudad de Rodas

Aquí les traigo el último recorrido por la isla de Rodas, una tercera parte del viaje del cual les he hablado antes.




Las esponjas de mar son comercializadas por la isla desde tiempos antiguos. Bonito verlas en los puestos de los mercados. Y los hermosos platos decorados me recuerdan a México. Los míos mexicanos se quedaron en Venezuela. Y me hubiera podido traer todos los de Rodes, pero sólo me traje uno pequeñito. Tengo el sueño de aprender a pintar sobre cerámica y hacer platos así. Y más aún abrir una tienda y vender cosas Latinoamericanas aquí en Londres. He visto algunas tiendas así, con su típico colorido, de los lugares llamados "exóticos" en algunas calles de por aquí.


Los vestigios del paso de los caballeros de la Orden de San Juan se aprecian en cada esquina de la ciudad de Rodas, como el escudo que aparece en esta imágen.


Y este es el famoso Ippoton, la calle de los Caballeros.


Estas son algunas fotos del maravilloso museo de Antropología. No sólo las antiguas esculturas de la época de los griegos son hermosas, sino el edificio en sí mismo, usado por los caballeros como un hospital.

Y esta es la escultura de un león, de la época de los antiguos griegos.


El alcance histórico de Rodas es asombroso, un lugar donde convergen las religiones cristiana, judía y musulmana. Luego de estar ocupada por los caballeros, Rodas fue conquistada por los turcos y posteriormente por los italianos, y el paso de todas estas culturas quedó grabado en muchos rincones de la isla.


¿Ven las columnas coronadas por los ciervos? Ahí es donde se cree que se encontraba ubicado el Coloso de Rodas, una de las siete maravillas del mundo antiguo, destruida por un terremoto.



Y este es el puerto de la ciudad, con unas preciosas aguas.
Y aquí uno de los pasadizos del barrio árabe y la cerveza Mythos. Me encanta cómo le sacan provecho a su historia y a la mitología!




Aún me quedan muchos otros lugares que mostrar, pero creo que ya se llevan una idea de esta preciosa isla. Nos vemos en la próxima entrada.

17 octubre 2013

Kamiros y Monolithos

Las ruinas de la antigua ciudad de Kamiros se encuentran también a la orilla del mar. Una fantástica ciudad griega, en donde se pueden ver los espacios que ocupaban el ágora, los baños públicos, la calle principal, los templos y las casas de sus habitantes. Eran tan avanzados que hasta contaban con una sisterna para llevar agua a diferentes partes de la ciudad. Era una de las tres ciudades (junto con Ialyssos y Lindos) que conformaban la poderosa ciudad-estado de la isla de Rodas durante el siglo V A.C.

 Cuando fuimos la brisa soplaba fuertemente y hacía un Sol inclemente. Salvo por las ruinas en sí mismas, no hay rastaurantes o tiendas de recuerdos, así que el lugar parece estar inmerso en el silencio. El día que fuimos no había mucha gente, así que fue muy agradable caminar por la vieja ciudad. Hermoso andar sobre lo que se cree que fue el templo de Atenea y explorar lo que fueron las habitaciones de los pobladores.


Al rato nos fuimos a dar un chapuzón en la playa de enfrente y al final del día nos aventuramos a recorrrer la isla un poco más, por la zona menos poblada pero no menos bella. Seguimos por la costa y empezamos a subir las montañas y luego de pasar varios pueblitos, llegamos al castillo de Monolithos, construido por los Caballeros de la Orden de San Juan, un lugar que parecía suspendido en el tiempo y que transmitía la sensación de estar apartado de la civilización. Los cencerros de las cabras se escuchaban a lo lejos y tuvimos la suerte de llegar para ver el atardecer, en lo que para mí fue el lugar más mágico de la isla.



Por aquí seguiré la próxima semana.

07 octubre 2013

Paseo de silencio

Hora de escribir la continuación de la entrada anterior. Les hablaba de Rodes. Y ya estamos en otoño. La luz es suave, difusa y tímida. Atrás quedaron los días de verano, largos y calidos. Y ya empieza el frío y con él el recogerse en lugares cerrados, museos, cines, cafés, la propia casa, el restaurante español de la esquina, el griego cerca del Broadway o el Tailandes de más allá, o ver pelis, sostener en las manos alguna bebida caliente y humeante, salir a caminar con cuatro suéteres encima y esperar a que vuelva a salir el Sol nuevamente. La naturaleza ha sido benigna este año en Londres (o ironicamente el calentamiento global, pero como me gusta el romanticismo, pensemos que es la naturaleza). Hasta el día de hoy el clima sigue estando agradable. Ayer salí al parque desenfrenada para aprovechar lo que creo que son los últimos rayos cálidos de Sol de este año. Hice un poco de Taichi con una amiga. Cuando hacemos Taichi los perros se acercan y nos miran extrañados. Yo supongo que es por la lentitud con la cual nos movemos. Es muy curioso ver cómo nos miran y se quedan quietos solo viendo.
He estado pensando cambiarle el nombre al blog, pues ya el nombre es anacrónico. Pero ya mucha gente lo conoce así. ¿Será que sólo se lo cambio en la cabecera? Y es que no representa todo lo que quiero. Lo seguiré viendo.
Quería pasar por aquí para seguir mostrándoles fotos de nuestro viaje a Rodes. En vacaciones a nosotros nos fascina agarrar un carro y pasear por un sitio. Deternenos en recodos del camino y suspirar en frente del paisaje. Preguntarme cómo algo tan bonito o misterioso puede existir. Dejarse maravillar una y otra vez. Y ponerme filosófica por unos momentos e imaginarme la inmensidad del mundo antes de lanzarme al agua.
Aquí les muestro la playa de Tsambica. Lo que me gustó de ese día es que había mucho viento, polvo y bruma. Así que me entretuve un ratico sacándole fotos a las olas. Me recordó un poco a la playa de Choroní en Venezuela, aunque no tan rebelde ni con tanto follaje.


Luego subimos a un monasterio que quedaba en la colina de al lado, en medio del más absoluto silencio del viento, a la hora del atardecer. Pero aún no termino, quisiera seguir mostrándole cosas de por allá en otro post en estos últimos meses del año y a contarles un poco qué estoy haciendo. Por cierto, hace poco diseñé este blog. Pasen a mirarlo, porque lo está estrenando. Y si quieres comprar alguna de mis fotos puedes visitar mi tienda en línea. Que se me había pasado mencionar.