28 febrero 2010

Primer paso

Para llegar a algún sitio, todos sabemos, hay que dar al menos un primer paso en la dirección hacia donde se encuentra nuestro objetivo, aúnque sea un paso pequeño. Aunque el camino sea largo, lo importante es estar en movimiento. El tiempo o cuánto te demores en llegar, es lo de menos. Lo importante es avanzar y llegar en algún momento. Lo importante es ir en pos de nuestros sueños.
Como les comenté en dos entradas anteriores, disfruto de la fotografía y quiero aprender a tomar buenas fotos. El primer paso que dí fue inscribirme en lo que resultó un excelente y motivador curso fotográfico on-line llamado L´atelier, dictado por Jackie Rueda y segundo, participar en el grupo de La Vuelta al Mundo, dirigido también por esta fotógrafa, donde cada mes proponen un tema fotográfico y tenemos que seguir las reglas que ella nos dicta ahí. La idea es tomar las fotos que queramos, divertirnos y si se desea, también aprender. La gente que participa está regada por todo el mundo así que resulta dinámico e interesante. Y sobretodo, el ambiente es muy agradable.
Este mes de Febrero teníamos que fotografiar el color rojo. No importaba a qué le tomaramos fotos. Lo importante era el color. Por último, si contamos con un blog, podemos publicar las fotos el último día de cada mes. Así que aquí les dejo mis primeras fotos. Este es mi primer paso.
Si no sabes cómo dar un primer paso, investiga, lee, observa qué están haciendo los otros y empapate de todo lo que necesitas para tu comienzo. Si tienes miedo, pues, a pesar de él, sigue adelante. Y si sigues empeñándote, un día, a lo lejos, aparecerá el sitio a donde quieres llegar.
Me decidí hace poco por empezar a hacer click con mi cámara, sin pensarlo mucho. Era la única forma de comenzar. Espero que disfruten de este inicio y espero que donde me encuentre en el mundo, en los próximos meses, siga con esta pasión. Saludos a todos los que pasan por aquí.
Alejandra Click

Fresh Milk bottle

Afternoon

Tea Time

There was a time...

16 febrero 2010

Más allá de nuestros impedimentos: la historia de Helen Keller y Anne Sullivan

El sábado pasado tuvimos cine de casa. Mi esposo y yo nos acomodamos en el sofá y nos preparamos a ver una película. Al principio mi esposo estaba escéptico, pues, cuando la película empezó a correr vimos que era en blaco y negro. Yo sabía que era un clásico y sabía sobre quien se trataba. Está basada en una historia real, sobre Helen Keller y Anne Sullivan.
Para quienes no saben quien es ella, vale la pena saber su historia: fue una niña que a los meses de nacida, por causa de una enfermedad, quedó sorda y ciega. Sí, perdió dos de los cinco sentidos. O sea, imagínense, no podía ni ver ni escuchar. Al quedarse tan pequeña así no hubo oportunidad de que aprendiera a hablar, es decir, a comunicarse y sus padres tampoco sabían cómo comunicarse con ella. A pesar de ser una persona con una inteligencia normal, ella vivía aislada en su mundo y los primeros seis años de su vida transcurrieron como si fuera una mendigo en su propia casa, comiendo con las manos, sin saber asearse y sin poder hablar con nadie. Los padres, que eran de dinero, la iban a meter a un asilo de locos por su comportamiento impulsivo e incontrolable debido a su situación, pero antes de eso, decidieron buscar una profesora particular, que había sido ciega y no sólo eso, sino que después de haber tenido una infancia muy difícil, salió adelante, graduándose con honores.

Esta historia es muy famosa, porque la profesora que llega, Anne Sullivan, con mucha disciplina y paciencia, lograr que ella se pueda comunicar, y no sólo eso, sino que le enseña a comer con cubiertos, a vestirse y a limpiarse ella misma. Logra enseñarle el sentido de las palabras a través de un lenguaje de manos. A medida que le iba mostrando las señas, hacía que ella tocara las cosas. Suena fácil, pero en realidad, la niña tenía que hacer la asociación, por ella misma, entre las los signos y las cosas. Al principio ella no sabía que era un lenguaje, pero gracias a la insistencia de la profesora y a su carácter ferreo, con el cual pudo disciplinar a la niña y enfrentarse a los padres, quienes sentían lástima al ver cómo la profesora le enseñaba con métodos muy duros (pues la niña estaba muy consentida), pudo entablar una relación con Helen.

Helen posteriormente asistió a la universidad y se graduó con honores, conviertiéndose así en la primera persona sordo-ciega en obtener esta calificación.

Gracias a Helen Keller las condiciones de los ciegos mejoraron, pues ella abogó por eso. Tanto ella como Anne compartieron a través de conferencias su experiencia.

Al terminarse la película, mi esposo me comentó: y nosotros que nos ponemos tantas trabas, trabas que son tan tontas, trabas inexistentes. Eso es lo que quiero transmitir con estas palabras. Si estas dos personas lograron superar sus propios impedimentos, nosotros, personas con capacidades naturales para aprender a hablar, escribir y comunicarnos, podemos, sí, realmente podemos, alcanzar metas como el vivir fuera. Y esto lo podemos aplicar a cualquier ámbito de nuestras vidas. Me alegra saber que puedo ver la pantalla de la computadora, teclear palabras y buscar por ejemplo, páginas que me permitan practicar el inglés y buscar sobre la vida en Londres, sin mayor impedimento.

Sí, estoy agradecida.

04 febrero 2010

Superación y belleza en la emigración

The red inside Hay alguien de Carolina del Norte, USA, que entra a mi blog varias veces. A veces me pregunto quien llega por ahí, qué hace, a qué se dedica. Esos son los misterios del cyberespacio.
Tengo ganas de modificar mi blog. Creo que poco a poco esto se irá poniendo un poco más personal debido a la pasión fotográfica que estoy empezando a sentir. Empezaré a poner eventualmente fotos que yo misma haga, aquí en el blog, y ya no tendré que usar imagenes encontradas al azar en google. He entrado a unos blogs llenos de color y de imagenes bellisimas, gente de por aquí y de por allá que hacen de la fotografía un espacio de vida. Y se preguntarán: ¿y este comentario que tiene que ver con la inmigración? Pues, para mí, todo, porque quiero cambiar un poco de vida en cuanto llegue al país donde quiero vivir. Como ven en mi perfil, me encanta el arte. O sea, para mí, el arte se resume en belleza, aunque para otros este concepto sea más político, es decir, que con el arte puedes manifestar una postura. Pero para mi es belleza. Y la belleza, pienso ahora, también puede ser una postura.

Una de las razones por la que quiero emigrar es para encontrar belleza en las calles de otro lugar. En Venezuela, como en todos lados, hay belleza, pero esa belleza está nublada por la situación que ustedes ya conocen y que seguramente ven en el noticiero de la noche y que mantiene a una buena parte de los venezolanos en la incertidumbre.

Ahorita estoy en Bogotá. Se ve que este país, Colombia, hizo un gran esfuerzo por salir adelante. Sí, se respira la voluntad de superación, de querer hacer las cosas bien. Mañana será el "Día de no carros" en esta gran ciudad de nueve millones de habitantes. Y me gusta eso, me gusta que exista una conciencia por el medio ambiente, pues lo que se quiere es que la ciudad respire un poco, pues la gente se tendrá que transportar en transporte púplico. Esa es una excelente forma de crear conciencia. Esos detalles de avanzada son los que hacen que sienta un gran atractivo por emigrar. Quiero vivir en un país que quiera mejorar cada día, que quiera superarse y que hace me impulse a mi propia superación.