Le pregunté al médico: "¿todos sus hijos viven aquí? Y el me respondió: "pues, tengo 3 hijos que viven en el extrajero ya hace más de 10 años. Se fueron a estudiar afuera, sus postgrados y maestrías. Los otros 2 viven aquí". Nuevamente le pregunté: "Y cómo se siente siendo padre con sus hijos afuera?" El médico siempre correcto y profesional me respondió: "Claro que hacen falta, pero esa es la vida de ellos. Ellos tienen su propia vida. Yo lo hice en su momento. Me fui a estudiar fuera, dejándo a mis padres aquí y años después regresé".
Me despedí con un apretón de manos. Fue muy amable y franca la respuesta. Pensé que sí, ciertamente, los hijos deben dejar el hogar para tejer su propia vida y tal vez formar una familia como la que aparecía en la foto del médico. Y reunirse a fin de año para hablar de lo que han logrado y vivido en el tiempo en el que no han estado juntos. La Navidad se aproxima y las personas se movilizan. Llegan de lejos a compartir sus experiencias lejos del hogar.
Me despedí con un apretón de manos. Fue muy amable y franca la respuesta. Pensé que sí, ciertamente, los hijos deben dejar el hogar para tejer su propia vida y tal vez formar una familia como la que aparecía en la foto del médico. Y reunirse a fin de año para hablar de lo que han logrado y vivido en el tiempo en el que no han estado juntos. La Navidad se aproxima y las personas se movilizan. Llegan de lejos a compartir sus experiencias lejos del hogar.
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