03 diciembre 2013

El maravilloso Park Guell en Barcelona

¿Cuál presentación puede tener el famosísimo y hermoso Park Guell del maravilloso y visionario arquitecto Antoni Gaudí ubicado en Barcelona? Lo más seguro es que ustedes ya hayan escuchado sobre él. 

Desde que estudiaba en la universidad había querido ir a Bacelona y hace una semana mi sueño se hizo realidad. Nos fuimos unos días a pasear por esta hermosa ciudad que me sedujo. Es terrible cuando una ciudad te seduce. Entra en la piel y ahí se queda y sueñas volver a pasear por sus calles, deliras cada vez que recuerdas su preciosa y bellamente pensada arquitectura, y mueres cada vez que rememoras el sabor de una fresca tapa en algún típico restaurante del lugar. Eso sin mencionar las melodiosas tonadas de las guitarras españolas que se me alojaron para siempre en la memoria, que se escapaban de alguna tiendita para los turistas que como yo se dejan llevar por el embrujo. 

Barcelona es una hermosa ciudad ubicada junto al mar Mediterraneo, con una oferta cultural increíble, un Sol ideal inclusive en otoño, una comida deliciosa, con gente super amable y con el tamaño perfecto para disfrutarla. Es como la ciudad de San Francisco pero europea. 

Si aman las cosas coloridas y las formas orgánicas y alegres, como yo, probablemente amarán este parque. Un río te turistas sube a verlo inclusive en esta época del año (otoño) y se deja maravillar por su originalidad. Es increíble que haya sido construído a principios del siglo XX. Estas son las cosas que se manifiestan cuando se le da rienda suelta a la imaginación. 














Próximamente les traeré más fotos de esta preciosa ciudad.

2 comentarios:

Eva Millan dijo...

Qué bonitas fotos.... gracias por hacérmelo disfrutar de nuevo, a través de tu mirada. Gaudí es mi personaje favorito del mundo mundial, toda su obra me encanta y me emociona, yo creo que no era de este mundo.

Alejandra Click dijo...

Gracias Eva!
Gaudí es impresionante. Todo un visionario o como dices tú, de otro mundo. Y la capacidad para proyectar que algún día la Sagrada Familia sería un ícono de Bárcelona y más, el saber que empezaba una obra que no iba a terminar y que otras generaciones lo harían por él. Asombroso!

Besos Eva!