08 mayo 2010

Las tres mentiras, primeras nostalgias

Estas son mis primeras notas de nostalgia y eso que apenas comienzo en este peregrinaje de vivir fuera de mi comarca, San Antonio de Los Altos, Venezuela. Cuando estas fuera (y he estado muchas veces en el extranjero, tanto por placer como por trabajo), piensas y te preguntas muchas cosas. Empiezas a comparar las palabras usadas en tu patria y las que usan los lugareños del sitio donde te encuentras. Les ves los ojos y su forma de caminar. Ves el color del asfalto y de las aceras, las líneas pintadas de las carreteras y notas si tienen huecos o no. Vas a los supermercados y te fijas cómo varía la comida de un sitio a otro o tal vez notes que realmente se parece a la de otros lugares. Si has viajado un poco empiezas a globalizar o buscas en un mercado lo que conseguías en otro país. Y tal vez si vas al mercado y alguien te contesta mal piensas que es contigo la cosa, pero si te fijas un poco más es una forma de ser del lugar, es un trato entre las personas distinto al de tu país.

Otras veces trasladas mentalmente a toda tu familia a ese sitio tan lindo donde estás y te la imaginas viviendo en ese nuevo lugar sin los problemas de tu país. Te imaginas, por ejemplo a los niños jugando libremente en las calles o a tu allegados o amigos yendo a la playa sin preocuparse de ser asesinados en las calles. Inevitablemente sientes la nostalgia y te invade una sensación de saber que eso no podrá ser, aunque en el fondo piensas que, bueno, si me quedo por estos lados yo podré vivir mejor, o sea, una parte de los míos podrá disfrutar de una mejor vida. Pero lo más duro, repito, es pensar en regresar y encontrarte con un país (tu país), sumido en el mayor caos. Es recordar el temor de salir a la calle y no regresar, el temor de ser secuestrado y matado por un par de zapatos, el temor de pensar que la vida no vale nada.

Siempre he pensado que para irse de un país la motivación tiene otra distinta a la de querer dejar el sitio donde vives. Pienso que la motivación tiene que ser el deseo de vivir fuera, de experimentar nuevas cosas, de conocer nuevas culturas. Eso facilita las cosas. La motivación no puede ser lo que dejas. Es un poco mirar hacia adelante y dejar el pasado un poco atrás. Aunque a veces sepas que te haces un poco de trampa, es decir, que te caes un poco a mentiras. Pero digo, me parece que eso ayuda.

¿Qué tan mal veo a Venezuela? Pues, pienso que está muy muy mal, malísima y de alguna forma es un torbellino en el que nosotros los venezolanos nos hemos dejado sumir, porque nos acostumbramos a vivir mal. No sé por qué mi alma nunca se ha podido resignar a eso. Sí, soy una inconforme. En fin.

Hoy nos llevaron de paseo a Santillana del Mar, mejor conocido como el pueblo de las tres mentiras. ¿Por qué? Porque ni es santa, ni es llana, ni tiene mar...
Es un pueblo medieval en Cantabria, conservado para el turismo, con muchas casas de piedra y unos paisajes a lo lejos muy lindos. Queda a unos kilómetros de la Cueva de Altamira y mañana pasaremos a ver si está abierta y así ver las pinturas rupestres, que me traen recuerdos de mi infancia. Los dejo aquí con estas fotos. Espero que las disfruten.

Santillana del Mar 3 - Cantabria

Santillana del Mar 2 - Cantabria

Santillana del Mar 1 - Cantabria

12 comentarios:

Vane G. dijo...

Leo tu post, y me escucho a mí misma hace unos años.
La nostalgia es un mar necesario. Algunas veces se te clavarà en el pecho como una agujita que no logras desenterrar, otras será tan leve como un suspiro. Pero estará siempre.
Es en esos momentos cuando tienes que mirar hacia las razones que te motivaron y agradecer por la oportunidad que te fue dada. Es y será siempre lo mejor.
Tus fotos, encantadoras. Lo de las 3 mentiras me pareció genial.
Un abrazo.

Alexandra Feo dijo...

Hola Alejandra!

Ya he leido tus posts, veo que tu plan es irte a Londres pronto, muy bien. Yo estoy muy lejos (en Tokyo) pero de todas formas también para lo que desees estoy a tu orden si te sirve algo de soporte moral o emocional por internet.
Entiendo perfectamente cada palabra que escribes, lo mas útil que se me ocurre ahora y lo único que me levantó en cada situación fue "animo, buena energía, mente positiva" tu pareces una persona muy positiva, yo no lo soy en lo absoluto soy una amante del pesimismo, lo que si tengo es mucho humor negro que me ayuda también, pero cuando comencé mi aventura me di cuenta que no había tiempo para otra cosa mas que tener buena actitud.

Yo me fui en esa forma que llamas a la deriva, con muy poco dinero sin tener a donde llegar mas que por 5 días, sin profesión, ni conocidos, nunca pensé en eso, nunca me interesó yo lo único que he querido desde niña era vivir fuera de Venezuela.

Llegue a España como tu, a Cataluña (Barcelona) viví dos años por allí, tratando de estudiar, pero ese lugar no resulto para mi, no creo que tenga que ver con el lugar yo soy una persona muy difícil, todos los sitios me cuestan. Luego me fui a Londres también pase dos años allí, allá me sentí un poco mejor era mas distinto a mi cultura que era lo que yo buscaba, algo distinto, España era demasiado parecido a lo que yo ya conocía, en Londres la pase bien, no estaba mal pero no me volvía loca de la emoción.
Te cuento mi historia porque a veces conseguimos descanso o alivio en saber que otros han pasado lo mismo y que no estamos solos, sobre todo saber que a los demás les pasan cosas buenas, buenas casualidades como tu dices o golpes de suerte que también nos pueden pasar a nosotros, sin ninguna duda.

El punto fascinante de mi historia es que en Barcelona conocí a mi esposo que venia de Francia, también buscaba cambios, resulto ser como yo sin apego a nada, de manera que nos embarcamos en simplemente irnos por allí a vivir en el mundo.
En Londres pidió un cambio de trabajo para Tokyo y bueno aquí estamos, buscando nuestro próximo destino porque ya queremos cambiar otra vez.

Cada persona es un mundo, tu también tendrás tu propia historia, llena de casualidades y de toques de suertes increíbles, claro que tendrás tus momentos de bajón pero eso ya lo sabemos todos, todos los emigrantes los tienen no hay nada de nuevo en eso, tienes que enfocarte es en las casualidades maravillosas y buenas que te pasen, eso te levantara el ánimo.

Si no quieres regresar a Venezuela no regreses no hay nada de malo en eso y si no aguantas y te quieres devolver pues bueno tampoco pasa nada, cualquiera sea tu elección es valida, yo nunca he tenido ese dilema, siempre lo tuve claro una vez fuera de allá nunca mas volvería, tuve momentos en mi migración muy fuertes, sin casa, sin comida, caminando ida y vuelta al instituto porque no podía gastar el dinero en transporte, pero yo nunca pensé en eso, no tenía nada claro excepto que no regresaría a Venezuela.

Te deseo lo mejor en este mundo, tendré un pensamiento para ti esta noche antes de dormir para enviarte buena energía. Todo saldrá bien, todo.

Cuidate.

P.D.: Adoro tu blog con tus historias de tu jornada por el mundo.

Koalita. dijo...

Amiga que hermosas tus fotos, de verdad que por fin me he tomado el tiempo para leer todo tu bello blog.. las fotos, son un espectaculo de verdad que si... Un abrazo linda :)

Raquel dijo...

Hola Ale!
Las fotos que estás tomando están bellísimas! Entiendo que puedas sentir algo de nostalgia en principio, y creo que es muy natural, pero verás que te acostumbras muy rápido a tu nuevo destino! Claro que sí!

Es muy cierto eso que dices; para emigrar debe existir un deseo mucho más fuerte que el de "simplemente" dejar un lugar para cambiar a otro. Alguna vez alguien me dijo que para poder emigrar sin remordimientos o nostalgias excesivas, más que un "mero" deseo por hacerlo, debe existir una sensación de desarraigo y desapego por el lugar en el que crecimos y que se ha tornado otro, ajeno, y esta persona no se refería a los afectos precisamente, sino a cuestiones vinculadas como las que tocas: una sociedad plagada de inseguridad, descomposición moral, polarización y desencuentros políticos-sociales, entre otros dramas.
Recién estoy llegando a Caracas luego de mi "retiro" en San Cristóbal y la verdad es que encuentro la ciudad capitalina más "despeinada" que nunca; y eso que el patrón de referencia sólo provino de un "cambio" temporal local, dentro de Venezuela... cuando se viaja a latitudes mucho mas lejanas, a otros países, como bien describes, el sentimiento desazonador por el ambiente que se respira en Venezuela se hace mayor, precisamente porque los contrastes que vienen de la inevitable comparación se hacen, lamentablemente, profundamente abismales... Te entiendo muy claramente. No es nada sano que nos "acostumbremos" a lo mal que se vive en nuestro país. No es para nada sano el verbo cargado de violencia que hay en cada nivel de esta sociedad, que en un pasado prometía ser una potencia... Ahora me pregunto qué pasó en el transcurso de los últimos 20 años para que llegáramos a esto... Sí, tenemos muchísimo, pero muchísimo que aprender. Eso es claro.

Me parece muy bien que tengas muy presente los problemas que tenemos acá como una forma de reforzar la idea del "no-retorno" por tiempo largo, indefinido y/o permanente. Es un buen ejercicio para el proceso de inmigración, eso es también claro.
Estoy segura de que todo les va a salir bien, Ale y que te adaptarás más rápido de lo que piensas en tu nuevo destino! Un abrazo, y felicidades por haber dado el primer paso, que suele ser el más empinado.
Saludos,
Raquel
P.D.: Gracias por los mensajes que me dejas por el correo!. Espero trabajar en ello.

Alejandra Click dijo...

Vane G:
Cuando camino por aquí y pienso en la nostalgia, pienso en lo que dices, que a veces será leve y otras que se te clava en el pecho. Es así. Gracias por decir que me concentre en las razones que me llevaron a tomar esta decisión, que no sé si será por siempre. Y como dices, es una gran oportunidad esto de irse. Es conocerse a uno mismo, es simplificarse y crecer (al menos para mí). Y que bien que te gustan las fotos. Mil gracias por tu comentario. Un abrazo igual!
Alexandra:
Me encanta que hayas pasado por aquí y te hayas tomado el tiempo de escribirme y de ofrecerme tu apoyo. Y sí, muchas veces hace falta. He aprendido a ser positiva, tal como al parecer también lo has aprendido, cosa que no es fácil y que para mí es un reto. Me gusta tu historia, eso de irte con poco dinero y sin tener conocidos. Yo igual lo hubiera hecho sin tener donde llegar, porque es algo que me impulsa hjace tiempo y la Venezuela actual lo alimenta. Y también quiero algo muy diferente a la cultura venezolana y es que estoy tan desanimada y decepcionada de Venezuela que pienso que será por eso. Quiero a Venezuela pero al mismo tiempo es como si no la tomara en serio. Por eso me llama más la atención vivir en Londres, porque sé que es diferente aunque no conozca esa ciudad. Yo quiero un idioma diferente y una actitud de la gente distinta y las ciudades cosmopolitas me gustan aunque yo tiendo a ser casera. Pero es que vivir en una ciudad tan variada me parece muy entretenido aunque sé que fácil no será.
Y veo que no ha sido fácil para tí pero que al mismo tiempo lo has saboreado y más, que conociste a tu esposo y andan los dos en esa búsqueda de quien sabe qué. Yo me pregunto qué es lo que me pasa con Venezuela, pero yo la siento muy ajena y a veces lo que me duele es eso. Y bueno, aún no sé si regresaré o no, pero eso sí, cuando lo quiera hacer, agarraré mis maletas y estaré nuevamente allá.
Muchas gracias por compartir esas experiencias conmigo y cuando quieras pasar por aquí y darme ánimos, pues, bienvenida!
Koalita:
Me alegro que te gusten tus fotos y ojalá que lo que lees aquí te ayude en tu movimiento de dejar Venezuela.
Raquel:
Me encanta que me escribas! Como siempre. Y tal cual, tengo muy presentes los problemas que vive Venezuela porque no podía soportarlos. Siento que lo que pasa allá no forma parte de mí y es algo que no puedo aceptar, que de alguna forma va en contra de mis valores, de lo que me enseñaron mis padres. Esto muy dolida por Venezuela, siento una gran impotencia, es sentir que no se puede hacer nada.
Que bien que ya estes en Caracas y bueno, al estar ahí hay que armarse de paciencia. Yo me enfocaba en lo bello (que sí lo hay) y disfrutaba todos los días de ver El Avila, que es lo más bello de Caracas.
Bueno Raquel, seguimos hablando, un abrazote y gracias por pasar por aquí y darme ánimos!

Jackie dijo...

me siento super identificada con todo lo que has escrito aqui, alex.
te deseo mucha suerte en todo.
seguire pendiente, un besote ♥

DINOBAT dijo...

La lejanía te hace o te quiebra, simplemente cualquier cosa antes de volver al comunismo del Teniente Coronel...

Alejandra Click dijo...

Jackie,
Gracias por pasar por aquí a dejar una notica. Sé que estás ocupada!
Y gracias por estar pendiente. Un abrazo profe. ;)
Dinobat:
Y sí, como dices, espero que estar lejos me construya. Y siento que sería peor volver a Venezuela en la situación en la que está. Gracias también por dejar tu comentario.
Un saludo!

Anónimo dijo...

Alo?
Ya no escribiras mas? Tus lectores quieren saber de ti. Saludos.

Anónimo dijo...

Pero maja, has un post que queremos leerte, vamos!

Frank dijo...

Alejandra, no dejes de escribir! ya ves que somos bastantes quienes seguimos tus aventuras y no puedes dejarnos colgados. Escribe y si estas muy ocupada conociendo todo lo nuevo, envía una que otra foto. Saludos y felicidades.

Alejandra Click dijo...

Gracias Frank por dejar tu comentario. Me alegra que me sigas! Me estoy ubicando en Londres, pues aun no creo que este aquí. Esta ciudad es grande y compleja, aunque muy interesante. Ya llegamos a un sitio pero estamos buscando otro sitio para vivir. Así que andamos como aterrizando! Un saludo!
Y Carlos, majo, mira que te ví!