He estado pensando cambiarle el nombre al blog, pues ya el nombre es anacrónico. Pero ya mucha gente lo conoce así. ¿Será que sólo se lo cambio en la cabecera? Y es que no representa todo lo que quiero. Lo seguiré viendo.
Quería pasar por aquí para seguir mostrándoles fotos de nuestro viaje a Rodes. En vacaciones a nosotros nos fascina agarrar un carro y pasear por un sitio. Deternenos en recodos del camino y suspirar en frente del paisaje. Preguntarme cómo algo tan bonito o misterioso puede existir. Dejarse maravillar una y otra vez. Y ponerme filosófica por unos momentos e imaginarme la inmensidad del mundo antes de lanzarme al agua.
Aquí les muestro la playa de Tsambica. Lo que me gustó de ese día es que había mucho viento, polvo y bruma. Así que me entretuve un ratico sacándole fotos a las olas. Me recordó un poco a la playa de Choroní en Venezuela, aunque no tan rebelde ni con tanto follaje.



Luego subimos a un monasterio que quedaba en la colina de al lado, en medio del más absoluto silencio del viento, a la hora del atardecer. Pero aún no termino, quisiera seguir mostrándole cosas de por allá en otro post en estos últimos meses del año y a contarles un poco qué estoy haciendo. Por cierto, hace poco diseñé este blog. Pasen a mirarlo, porque lo está estrenando. Y si quieres comprar alguna de mis fotos puedes visitar mi tienda en línea. Que se me había pasado mencionar.











No hay comentarios:
Publicar un comentario